El futuro de la Inteligencia Artificial: preparando a los profesionales de la Seguridad y Salud
Por Iván Williams, Policy Development Manager en IOSH.
El aprendizaje de las máquinas o la Inteligencia Artificial (IA) crece en sofisticación, según apunta el último informe de riesgos globales del Foro Económico Mundial, y dichas tecnologías son cada vez más comunes en los entornos de trabajo. Estos desarrollos pueden contribuir a mejoras sustanciales en aspectos de Seguridad y Salud, por ejemplo, mediante la utilización de la IA para eliminar el riesgo de los trabajadores en entornos de trabajo peligrosos ocupando su lugar, o en actividades que pueden acarrear el desarrollo de una enfermedad.
Sin embargo, existe otro aspecto que ha sido menos tratado por los medios: este nuevo escenario de transformación digital también tiene el potencial de cambiar de forma drástica la demanda de habilidades y competencias necesarias por parte de los trabajadores. Los profesionales de la Seguridad y Salud en el trabajo no serán ajenos a estos cambios y tendrán que asegurarse de que se mantienen al día con relación a estas necesidades de conocimiento.
Vínculos entre tecnología vanguardista y Seguridad y Salud
En el día a día de la operativa de una compañía se espera que la Inteligencia Artificial lleve a una nueva forma de organizar el trabajo y de crear nuevos modelos de gestión. Como dice Ponce del Castillo, nos encontraremos ante entornos de hiper-conexión, con trabajadores gestionando grandes cantidades de datos procedentes de diferentes canales, procesos evaluados a gran velocidad y algoritmos tomando las decisiones. En este contexto, el potencial del uso de las nuevas tecnologías para el incremento de la Seguridad, Salud y Bienestar de los trabajadores y lugares de trabajo es prometedor:
De acuerdo con un reciente informe de Safe Work Australia, se prevé que la accidentalidad laboral disminuya hasta el 11 por ciento para el año 2030 como resultado de la adopción generalizada de la automatización en el lugar de trabajo.
Además, la robótica, incluyendo la IA y los drones, pueden también hacer el trabajo más seguro al reemplazar las actividades más peligrosas o eliminando muchos de los trabajos físicos que están asociados a mayores niveles de accidentabilidad. Un ejemplo particular en el que esta tecnología está haciendo una diferencia es el sector del transporte, donde los niveles de fatiga de los conductores y las actitudes o aversión al riesgo pueden ser evaluadas y mejoradas a nivel de seguridad, según apunta la investigación de la Doctora Phoebe V. Moore.
Por todo ello, en este escenario la necesidad de realizar una Evaluación de Riesgos relacionada con la implementación de nuevas tecnologías o como parte de un proceso de transformación digital (incluyendo la integración y adopción de sistemas de Inteligencia Artificial y comunicaciones humano-máquina) pueden llegar a ser más relevantes que nunca. Debido a la función característica de la IA, sobre su capacidad para recopilar información, las empresas hoy más que nunca pueden servirse de esta tecnología para predecir patrones, identificar o prevenir riesgos y encontrar la mejor manera de minimizarlos. Lo que la tecnología todavía hoy no puede hacer es replicar el juicio humano, y este es siempre un aspecto clave cuando se trata de la gestión de riesgos en el lugar de trabajo.
La IA como oportunidad para ponerse al día de las transformaciones digitales
Lo que sí es cierto en este nuevo escenario es que la mayoría de los expertos que actualmente trabajan en el campo especializado de las tecnologías de IA auguran que este vertiginoso progreso está aquí para quedarse.
Habida cuenta de los aspectos positivos del uso de esta tecnología en el área de Seguridad y Salud también debemos tener en cuenta las barreras que estos profesionales pueden experimentar cuando se trata de adoptar estas iniciativas digitales o tecnológicas. Y es que la minusvaloración que comúnmente se hace de la Seguridad y Salud en este proceso es sin duda el escoyo más difícil de salvar.
Para revertir esta situación, abogamos por una inversión en capacitación digital y confiar de igual manera en el apoyo externo.
Pero esta transformación también comprenderá tener una mayor apertura de mente al mundo que nos rodea y sobre todo a lo que acontece fuera de la esfera de Seguridad y Salud en la que solemos sentirnos cómodos. Los profesionales necesitarán por tanto ser más proactivos, comprometidos e involucrados en debates tecnológicos demostrando un interés y ampliando el rol de SST en este campo.
Tener un mayor conocimiento en esta materia no significa llegar a ser un experto tecnológico o en desarrollos tecnológicos, pero si implicará un cambio respecto a lo que muchos profesionales de SST todavía hoy siguen experimentando: una reticencia a adoptar esta tecnología o entender sus implicaciones en las tareas o roles a lo largo de la organización.
Y tú ¿qué opinas al respecto? ¿Crees que el uso de este tipo de tecnologías tendrá consecuencias sobre la labor que realizan los profesionales de Seguridad y Salud?
Sobre el autor
Iván Williams Jiménez ha trabajado como consultor de investigación en IOSH, el Instituto de Seguridad y Salud ocupacional en Reino Unido coordinando proyectos de investigación académica. En la actualidad es Policy and Advocacy Manager. Este rol comprende la recopilación, análisis y diseminación de información y normativa, tendencias y prioridades que puedan a las condiciones de trabajo y a la seguridad, salud y bienestar en el trabajo.
* Las opiniones vertidas por este autor son estrictamente personales y no deben interpretarse como puntos de vista oficiales de IOSH ni de PRLInnovación.